El clima de Italia es predominantemente mediterráneo, lo que significa un clima alpino en el norte, y caluroso y seco en el sur. Por ello, el clima de Milán es muy similar al de Europa continental, con inviernos fríos, nublados y temperaturas que oscilan entre los -2 a 8 grados, y temperaturas en verano que van de los 25 a los 35 grados.
Como en cualquier gran metrópolis urbana, los edificios y la actividad humana han afectado el microclima local. En el caso de Milán, esto se traduce en un clima un poco más extremo. Los veranos pueden ser muy calurosos, sofocantes y húmedos, con temperaturas por encima de los 30 grados durante el mes de agosto.
Por otro lado, las montañas detrás de la ciudad de Milán la protegen en cierta medida de la severidad del invierno. Aún así, el clima es muy frío, con temperaturas que en ocasiones caen por debajo de los cero grados. El invierno también trae lluvias y densa niebla.
La mejor época para visitar Milán es, sin duda, en primavera, durante los meses de abril, mayo, y junio, cuando los parques están en flor, la temperatura es suave, y los días son más largos. También es recomendable un viaje en otoño, especialmente durante el mes de setiembre, aunque el plazo es corto. Escrito por Veronica.
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